Génesis 4:3-7
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

Lucas 21:1-4
21 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

Con que corazon estamos dando al Señor nuestras ofrendas? Con un corazon sincero o orgulloso? Aqui vemos a Cain y Abel, la mujer pobre y los ricos. El Señor dijo que la mujer pobre habia dado mas que los ricos porque los ricos se jactaban, daban de lo que les sobraba y pensaban que ellos podian dar mucho mas que la mujer pobre, pero la mujer pobre daba de lo poco que tenia con todo su corazon. Y aqui vemos que Dios ve mas la calidad que la cantidad. Lo mismo vemos con Cain y Abel, que Abel lo hizo con todo su corazon y Cain esperaba ser alabado por lo que el daba. El Señor nos pide que lo hagamos para El, lo hagamos agradandolo a El, y no esperando que los hombres nos alagen por lo que hacemos.