Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaias 58:8-9
Las promesas de Dios alimentan nuestra fe, pero con el pasar del tiempo, si esas promesas no se vuelven una realidad en nuestras vidas, esas mismas promesas son producto de una fe llena de frustracion. Es esa la voluntad de Dios para su hijos? Que sus promesas nos alegren y nos animen, pero que despues de tanta espera, caigamos en la desolacion? Claro que NO!
La promesas de Dios nos revelan los pensamientos de Dios. Lo mas importante es que nos revelan sus planes para nosotros. (Jeremias 29:11) No podemos ignorar que entre la promesa de Dios y nosotros existe una separacion fisica, espiritual y psicologica. Dios no los explica en Isaias 58:8-9 advirtiendonos que sus pensamientos no se asimilan a los nuestros. Dios no niega que nosotros tenemos una mente, y un corazon que es capaz de producir planes y pensamientos, al contrario, El lo reconoce. Pero su advertencia es clara. HAY UNA DISTANCIA! Y el se asegura de ilustrarla usando el ejemplo de la distancia entre el cielo y la tierra. Nos explica que al menos que exista un esfuerzo para unir los dos pensamientos, estos se mantienen alejados el uno del otro.
Es tiempo que aprendamos la clave de hacer esa union entre las promesas de Dios y nosotros. Este mes estaremos explorando, a la luz de la Biblia este tema.
ORACION:
Padre Celestial, gracias por tus promesas, se que tu no mientes, por tanto se que son fieles. Te ruego que me ensenes a hacer esa coneccion directa entre tus pensamientos y yo. Amen!
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