“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud…” 2 Pedro 2: 5

El poder decir que tenemos todo para vivir esta vida y para vivirla con piedad, es una declaracion muy atrevida y comprometedora. Pues afirma que TODO, TODO, TODO lo que se llegara a necesitar para vivir una vida piadosa ya Dios no lo proveyó. Ahora, por que mucho creyentes todavia vivimos atados a tristesas, deudas, comportamientos, u otras ataduras del pasado? Cual es el secreto para tener acceso fisico a estas “preciosas y grandisimas promesas” y provisiones? Como se puede trasladar la promesa invisible a una realidad fisica?

Tanto el Apostol Pedro en 2 Reyes 1: 5-7, y el Rey David en el Salmo 15 hablan de la diligencia a la integridad. Unos de los primeros procederes que hay que definir y alinear en nuestra vida en la pronta obediencia a la Palabra de Dios. Pedro nos insta a la “diligencia”. En hecho el lo dice de esta manera: “vosotros tambien, poniendo toda diligencia por esto mismo añadir a nuestra Fe virtud.

Es importante que entendamos como la virtud complementa nuestra fe. La definicion de Virtud es: una disposición habitual y firme para hacer el bien. De manera que uno de los primeros pasos para tener acceso a los tesoros, que por ahora se encuentran en forma de promesa, hay que vivir la FE con DILIGENCIA, a diario y sin fluctuar.